CRÓNICAS ASNALES N.º 12 * Temporada 2019/2020

¡BYBA HEL VUDRO BELOD!
CRÓNICAS ASNALES 12

SAN ISIDORO DE SEVILLA

INTRODUCCIÓN

En estos tiempos de coronavirus, que podemos calificar de peste (los modernos dicen pandemia), le resulta difícil a este Cronista poner algo de provecho en el blog sin rebasar los límites del buen gusto o de la delicadeza que se exige en estos momentos. Pero en vista de que hay miembros del club que afirman que agradecerían una entrada de vez en cuando, el Cronista recoge el guante y le pega a la tecla con entusiasmo.
En primer lugar, os deseamos a todos, miembros del club, allegados y lectores habituales u ocasionales, que os encontréis bien vosotros y los vuestros. Y, en caso de caer en las redes del virus imperator, que sea para superarlo e inmunizaros de por vida.
En segundo lugar, estos días daremos prioridad a lo cultural. La vida de zapatilla, bastón (los de la marcha nórdica) o bicicleta está aparcada de momento, pero la cultura no tiene por qué descansar, es más, puede ser mejorada durante el obligado encierro.
En tercer lugar, os daremos algunos consejos de sentido común y os recomendaremos un ejercicio físico para la semana. Saldremos de la peste, pero que no sea con cinco o diez kilos de más. Eso estaría muy feo.
A Marie Kondo la dejaremos en paz. Si con lo dicho, seguís siendo desordenados, ya no tenéis remedio. 

CULTURA

• El santo de hoy, San Isidoro de Sevilla, escribió las famosas Etimologías, el equivalente medieval a la enciclopedia francesa o a la actual wikipedia. San Isidoro fue un pionero.
• Mecanuscrito: Escrito a máquina o con computadora (DRAE).
• Agronegocio: Negocio basado en producir, procesar, almacenar y comercializar productos agropecuarios o gestionar la prestación de servicios, suministros, maquinaria o personal agrícola (DRAE, palabra del día de hoy).
• Resuelve de cabeza: 5x4x100.

CONSEJOS Y EJERCICIOS

• Uno. Lávate todos los días las partes bajas o partes pudendas, también llamadas vergüenzas, con jabón, preferiblemente jabón Lagarto; si es preciso, frota con un estropajo de esparto, que sólo usarás para estos menesteres (tengamos la fiesta en paz).
• Dos. Después de comer, en vez que apoltronarte en el sofá con el mando de la tele en la mano, vete a la cocina, coge un puñado hermoso de lentejas pardiñas y tíralas al suelo. A continuación coloca un vaso de cristal en el punto más alto de la cocina y recógelas una a una: lenteja que cojo, lenteja que echo al vaso. Cuando acabes, si te quedan ganas, repite la operación hasta que te quedes a gusto contigo mismo.

DESPEDIDA

Y, nada más, amigos. El próximo sábado volveré a ponerme en contacto con todos vosotros si los cielos y los astros me lo permiten. Pasad una buena semana y cuidaos mucho.

Un abrazo:

El Cronista

LENTEJAS PARDINAS