Asistentes, tiempos y orden de llegada:
1.º Nano (1h 23’ 30’’), 2.º Carlos (1 h 32’ 50’’), 3.º Juáncar (1 h 38’ 01‘’).
Incidentes-observaciones:
Los cielos abrieron sin piedad las puertas del viento, del frío y de la lluvia. Ha sido una carrera para titanes, especialmente en los últimos cinco kilómetros, cuando la lluvia arreciaba feroz sobre los cuerpos agotados de los corredores. Hicimos lo que pudimos, que con llegar era bastante.
El Jefe salió con mucha ropa, y lo pagó. Además en el club opinamos que no se esfuerza lo suficiente en las carreras y que ha perdido la capacidad de sufrimiento. Él es un gran atleta y esto lo tiene que superar, más bien tiene que cambiar de actitud ante el deporte. Volverá a sus antiguas gestas, una vez que limpie su psique de [¿Qué palabra utilizar sin ofender?] tonterías [¡Ya está! ¿Para qué andar con eufemismos?].
La bolsa del corredor, que sus buenos 15 € nos había costado, era una mierda pinchada en un palo. No metieron ninguna camiseta buena o algo que mereciera la pena. Además de las consabidas bebidas y galletitas, nos dieron un pedazo de cristal, digamos que un pisapapeles, que no sabemos dónde poner. Un armatoste con todas las letras. Estamos hartos de que los organizadores de las carreras se forren a costa de los corredores. Llegará el día en que la gente se niegue a ir a estas carreras, chulas, qué duda cabe, y se montará eventos deportivos gratuitos. ¡Que para hacer deporte no hace falta pagar tanto! Tiene gracia que la masa de corredores populares les pagen los mil euracos o más que dieron a los ganadores, gente que va a las carreras a llevarse la pasta de los populares. Deberían ir a carreras especializadas. O que no haya premios para nadie. O que los premios los paguen los organizadores de su bolsillo.
Hecha esta reflexión, sólo nos queda alabar a los corredores del Burro Veloz que participaron, el Nano, el Carlos y el Juáncar, que son lo mejor que hay en el mundo entero. ¡Viva el Burro Veloz!
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