domingo, 29 de diciembre de 2013

NOTA INFORMATIVA

LA CENA DE NAVIDAD


Entre flores, fandanguillos y alegría, nació mi España... Ayer, día de los Inocentes, hicimos la cena de Navidad del Burro Veloz. Comenzamos con unas birras en el Lamber y continuamos con la tradicional conejada. Pedimos buen vino, un riojita, porque no estamos para pelearnos con los peleones que nos meten con "el vino de la casa": evitamos un dolor de cabeza y, qué caray, está más rico. No abusamos de la pitanza: conejos, pollo, ensaladas, riñones al jerez, queso manchego, flanes, fresas, melocotones, etc., en fin, cosa de poco. Estuvimos los siguientes burros: Dimas, Ángel el Peli, Pedrín, Nano, Juáncar y Carlos. Echamos mucho de menos a otros burros que, por diversas circunstancias, no pudieron acudir. Con los postres, salieron la zambomba, las panderetas y la guitarra. Este año ya hemos tenido el Cancioneros del Burro, que iremos completando con nuevas canciones. Nos marcamos unos villancicos populares, canciones de tuna y, por supuesto, coplas del recién fallecido Manolo Escobar. Estrenamos, con más o menos gracia y pericia, el pasodoble "Francisco Alegre": tuvimos incluso un torero con nosotros, el mismísimo Juáncar, que trajo una montera y un capote, además de otros sombreros y gafas festivas, para risa y cachondeo del personal. Y no faltaron las canciones de Dimas, nuestro particular compositor, tales como "Enamoraos sin fronteras" o "La niña del Albaicín". Este año, todo hay que decirlo, el público estaba menos participativo. Lo achacamos a que, con la crisis, hay menos alegría en la gente. Luego nos fuimos a la heladería de la Plaza de Andalucía, donde pudimos disfrutar de nuestro cante nosotros solos, que es como más nos gusta desplegar nuestro arte. Y acabamos en la Invierna, donde no pensábamos cantar, pero, a ruegos de la tabernera, tuvimos que cantar unos villancicos y otros cantares, que fueron aplaudidos y coreados por el personal que abarrotaba el local pasada la medianoche. Allí tomamos unas copichuelas, con más moderación que otros años, y nos fuimos a casa más contentos que unas pascuas y serenos (al menos el que escribe esto), manteniendo una línea recta al caminar, lo cual es signo y señal de que supimos ser equilibrados a pesar del bullicio y el alcohol que suelen acompañar a estas ocasiones.

¡VIVA EL BURRO VELOZ!
¡VIVA EL BURRO VELOZ!
¡VIVA EL BURRO VELOZ!
Y FELIZ AÑO 2014


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