¡BYBA HEL VUDRO BELOD!
DISTANCIA/CRONO: Recua 1: unos 10,5 k, en 53' 13''; Recua 2: 39' 18; Recua 3: tres vueltas a los Frailes andando.
TIEMPO ATMOSFÉRICO: temperatura más alta, pero cielo encapotado, chispea una nada al final del entrenamiento: temperatura mínima: 2º; temperatura máxima: 9º (AEMET).
PIENSO Y BEBIDA: Juáncar y el Peli.
COMENTARIO:
Día de mucha trascendencia para el Burro Veloz.
En la primera parte, cada uno ha entrenado como ha podido. La novedad: don Carlos ha caminado por los Frailes, pues está en proceso de recuperación de una rodilla. Los demás, como siempre.
LA SEGUNDA PARTE HA SIDO APOTEÓSICA, REALMENTE APOTEÓSICA. Dimas ha traído una botella de aceite de la primera prensada de sus olivas, y hoy el desayuno ha consistido en tostadas de pan de barra pringadas con ese oro líquido, manjar o ambrosía, que no sé cómo llamarlo de lo bueno que está. Aparte del color y el olor, el sabor es maravilloso, con un retrogusto amargo que permanece en el paladar y que imprime en el cerebro la sensación de lo exótico, de los olivares de los califas cordobeses o de un barco romano cargado de ánforas de aceite, cortando las saladas aguas del Mediterráneo, rumbo al puerto de Ostia, el puerto de Roma, Ciudad Eterna. Hemos completado la cata con un pan de higo riquísimo que también ha traído Dimas y unos chupitos de aguardiente, que la cosa no era para menos.
Del corazón me brota este grito sincero:
Día de mucha trascendencia para el Burro Veloz.
En la primera parte, cada uno ha entrenado como ha podido. La novedad: don Carlos ha caminado por los Frailes, pues está en proceso de recuperación de una rodilla. Los demás, como siempre.
LA SEGUNDA PARTE HA SIDO APOTEÓSICA, REALMENTE APOTEÓSICA. Dimas ha traído una botella de aceite de la primera prensada de sus olivas, y hoy el desayuno ha consistido en tostadas de pan de barra pringadas con ese oro líquido, manjar o ambrosía, que no sé cómo llamarlo de lo bueno que está. Aparte del color y el olor, el sabor es maravilloso, con un retrogusto amargo que permanece en el paladar y que imprime en el cerebro la sensación de lo exótico, de los olivares de los califas cordobeses o de un barco romano cargado de ánforas de aceite, cortando las saladas aguas del Mediterráneo, rumbo al puerto de Ostia, el puerto de Roma, Ciudad Eterna. Hemos completado la cata con un pan de higo riquísimo que también ha traído Dimas y unos chupitos de aguardiente, que la cosa no era para menos.
Del corazón me brota este grito sincero:
¡Viva el aceite de oliva!
¡Viva la amistad!
Es el aceite de oliva
el sabor de la vida.
JORGE EDWARDS
¡La mujer adúltera del Marqués de Villa Rica! Pero esa tarde, escondidos detrás de un árbol, el Marqués y el escultor tuvieron una visión más prolongada, y a plena luz del día.