No quiere dejar este Escribano a los lectores de nuestro blog sin conocimiento de las andanzas de los burros o corredores del Burro Veloz. Ha habido entrenamiento porque Carlos ha entrenado (57’ 38’’); ha podido escaparse un rato a primera hora de la mañana, en su casa pernocta una joven alemana (Sabrina), a cuya casa su hijo Carlos (¡qué nombre tan bonito!, ¿verdad?) fue en abril, a través de un intercambio promovido desde el Instituto. De algunos podemos decir algo, hasta donde la discreción permite: Juan Carlos, por un asunto familiar, ha estado de viaje, ida y vuelta a Granada; a Pedrín el bisturí de un médico le tiene en el dique seco de momento; Nano ha cumplido con sus obligaciones paternales, acompañando a Adrián al fútbol. De Caye y de Dimas no sabemos nada en el momento de escribir esta crónica.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario