ASISTENTES: Juáncar, Pedrín, Nano, Venancio y Carlos.
DISTANCIA/TIEMPO: llueve a raudales y nos quedamos en “el dique seco”, valga la paradoja. Desayunamos juntos tan a gusto. ¡Y no pasa na!
TIEMPO ATMOSFÉRICO: lluvia abundante; temperatura máxima 19º, temperatura mínima 14º (AEMET).
PORRAS: Venancio.
ANOTACIONES:
Llueve tanto que optamos por pasar directamente a la segunda parte: el desayuno. Comentamos, entre otras cuestiones, la felicidad que nos produce que Mario Vargas Llosa, un escritor de los nuestros, de nuestra amada lengua española, sea el Premio Nobel de Literatura de este año. ¡Enhorabuena, don Mario! No podemos más que estar agradecidos por hacernos disfrutar con obras tan inolvidables como Conversación en la Catedral, La ciudad y los perros, Pantaleón y las visitadores, La Tía Julia y el Escribidor, El paraíso en la otra esquina, La guerra del fin del mundo, etc. Hoy, con el permiso de la excelsa María Zambrano, pondremos su fotografía y un pasaje suyo.
Lamentamos la lesión de don Dimas. Esperamos que pronto, junto con Nano, esté recuperado y dándole a la zapatilla. ¡Mucho ánimo a los dos!
Nos ha llegado el clamor de los admiradores de las tetas del día anterior. Queremos aclarar algo: el Burro Veloz es un club muy decente que se da al deporte y a la cultura. No queremos caer en el recurso fácil de incorporar pornografía a nuestras páginas. Todo lo que aparece en nuestras páginas es por motivos de estudio y, que sepamos, el cuerpo humano es una cuestión que ha interesado desde el comienzo de la Humanidad. Por lo tanto, de vez en cuando, lo estudiaremos con imágenes porque, reconozcámoslo, a veces una imagen vale más que mil palabras. Y si por caminos torcidos atraemos a alguien al camino recto, no vamos a renunciar a imágenes que levantan la moral de los lectores. Para todos ellos vaya nuestro agradecimiento.
MARIO VARGAS LLOSA
–Estrella de la Farándula asesinada a chavetazos causará más impacto –dijo Arispe–. Y, además, son las órdenes de arriba, mi señor.
–¿Fue o no fue la querida de ese pendejo? –dijo Becerrita–. Y si lo fue y el pendejo ya ni está en el Gobierno y ni siquiera en el país, ¿por qué no se puede decir?
–Porque al Directorio le da en los huevos que no se diga, mi señor –dijo Arispe.
(Conversación en la Catedral)
MARIO VARGAS LLOSA
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