sábado, 13 de noviembre de 2010

ENTRENAMIENTO N.º 20 (Santos Estanislao y Leandro)

ASISTENTES: Juáncar, Paco Barranco, Venancio, Juan de Castro, Cayetano, Pedrín y Carlos.
DISTANCIA/TIEMPO: unos 12 km en 57’ 23’’.
TIEMPO ATMOSFÉRICO: cubierto, fresco, pero bueno para correr; temperatura máxima: 15º, temperatura mínima: 7º (AEMET).
PORRAS: Juan Venancio, que ha cumplido 44 añazos, las dos sillitas. ¡FELICIDADES, CAMPEÓN!.
ANOTACIONES:
El entrenamiento ha sido muy bonito, por los lugares de Polvoranca donde el otoño se muestra en todo su esplendor de dorado guerrero. Antes de desayunar, el Burro Veloz ha tenido un momento dedicado a la ciencia. Juáncar ha intentado volar su “cuatricópter”, pero no ha sido posible. ¿El motivo? Un tornillo de una de las cuatro hélices había desaparecido. ¿Accidente? ¿Negligencia? ¿Sabotaje? Nunca se sabrá. La ciencia no es un camino recto; algún día veremos volar ese cacharro. Juáncar, no desesperes. Se convoca un concurso para dar nombre al cacharro. Se admiten sugerencias. Yo sugiero dos: la primera, “Luisito”; la segunda, “El Idiota”. Se abre el plazo; las propuestas cuélguense en el apartado de comentarios.
Un inciso. Mandamos un saludo cariñoso a una lectora especial de este blog, Noelia, que últimamente ha dejado el atletismo para dedicarse a eso que llaman “espinin” y que se hace en un gimnasio. No nos preocupa, ya volverás a la senda del atletismo. El Burro Veloz tiene mucha paciencia. Ante todo, gracias por leernos.
El idiota al que se refiere María Zambrano se ha callado. Esto mismo ella lo dice mejor, más poéticamente. ¡Si todos lo de esa condición se callaran! Silencio.

MARÍA ZAMBRANO (20)

Algo ha debido descender sobre el idiota, penetrándolo, inundando ese vacío donde se forma la palabra, ese hueco donde resuena ya antes de ser pronunciada. Esa mágica gruta donde la palabra reverbera, lámpara, cristal. Y cueva oscura también, donde palabras ciegas no encuentran la salida, mientras, bajo su empavorecido vuelo, algo apenas diferente de légamo se arrastra y se yergue, silba. Y la palabra, esa ciega, no puede salir, alcanzar a ser pronunciada, si no acepta ese depósito de sombra que se le confía, esa amenaza; el engaño de un fuego que sustituye a la luz. Son las palabras silbantes, que estallan y chisporrotean un instante. Hijas de un fuego y de una sombra, no pueden destruir ni atravesar el tiempo.

(España, sueño y verdad)

CUATRICÓPTER QUE SÍ VUELA

2 comentarios:

Noelia dijo...

Muchisimas gracias por el saludo, otro para todos vosotros. Que menudas palizas os meteis,jejeje!!!Bueno Carlos que sepas que cuando pase este tiempo inestable vuelvo a utilizar la marcha para quitarme todo el estres que nos da nuestra profesión.

doncarlos dijo...

Querida Noelia: gracias por mandar un comentario. Estamos escasos de comentarios en este blog y los pocos que aparecen nos parecen un dulce de chocolate. El Burro Veloz me manda que te diga que hay que entrenar aunque nieve, truene o diluvie, que en el atletismo hay que estar a las duras y a las maduras. ¿Cómo lo ves? Un abrazo.