Hoy es sábado, 20 de noviembre de 2010, San Félix de Valois. Llueve intensamente cuando llegamos al punto de encuentro habitual. Sólo estamos Nano, Juáncar y Carlos. Nadie más aparece. Algunos han llamado a Juáncar, otros han dado la callada por respuesta. ¿Qué hacemos? Irnos al bar, a la segunda parte. Al rato llega Dimas, que vuelve a la disciplina del club después de unas semanas en Lanzarote. Nos trae un regalo: Dimas es una persona detallista. Se trata de un llavero del Parque Nacional de Timanfaya, con el diablillo del artista César Manrique. Lo sorteamos y le toca a Carlos, que se pone tan contento. Conversamos animadamente un rato y luego nos vamos a casa. ¡Ha sido el entrenamiento perfecto! Mañana hay que emplearse a fondo en la media maratón de montaña de Jarandilla de la Vera. Ya veremos si llueve. Por cierto, Juáncar paga las porras.
María Zambrano es una hábil arqueóloga del alma humana y, dentro de esta y como núcleo de su esencia, del misterio de la palabra y del tiempo.
MARÍA ZAMBRANO (22)
La palabra se da, en la realidad y ante ella, como un acto, el más real del sujeto, situado plenamente, por tanto, en el tiempo y en la libertad. La palabra, ella misma, de por sí, es libertad.
(El sueño creador)
PALABRAS
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